domingo, 23 de febrero de 2014

¿Existen las idolologías?

¿Qué es la revolución y la contrarrevolución? Yo diría que lo mismo, aunque estoy segura que de inmediato alguien me contestaría todo lo contrario, nada más escucharme. Qué son dos cosas contrapuestas entre sí: “Pro” y “contra”. ¡Exacto! Pero, este, en realidad no es el fondo de la cuestión que nos interesa. Deberíamos centrarnos en verlo como algo surgido a partir de una serie de factores que además posee unas consecuencias para ir tirando del hilo, desengranando y así ir comprendiendo el motivo

Para empezar, podríamos encaminamos o acercarnos a la cuestión principal cuando nos preguntamos si ambos términos pudiera ser un artificio creado para crear un fin en sí mismo. No existe la inercia, si no que siempre es otro cuerpo quien mueve a ese otro. Entonces… ¿Qué es la revolución y la contrarrevolución? Términos o conceptos simples que nos hacen pensar en la razón y en la sinrazón de la verdad absoluta que se cierne sobre el resto de los mortales y viceversa, cuando en realidad es una creación. Pero… ¿con que fin?

¿Creemos que todo esto que se llama revolución o contrarrevolución no es economía? Entiéndase por economía, la manera de hacer capital para hacer creer a las masas que luchan por una idea política o ideología de cualquiera de los dos flancos. Cuando se habla de liberal, conservador, fascismo, nazismo o comunismo.

¿Acaso es una inercia? O por lo contrario… están creadas por otros, los poderosos, denominémoslo así.  Esos poderosos que crean la división para luego vencer. Si hubiera una revolución que fuera una contrarrevolución en la que los mendigos de las calles se alzaran para exigir salir de sus miserias, liderados por alguien surgido también del sufrimiento… ¿Estaríamos más acertados? ¡He ahí la razón!

Revolución y contrarrevolución

Pero si los que hacen la revolución y la contrarrevolución son los mismos privilegiados que solo se disfrazan de pobre y fingen luego hacerse ricos de la nada…. ¿Qué juego es este? ¿Acaso esto no está demostrado en la historia? Lees en cualquier biografía y piensas…: ¡Un hombre, fulanito de tal, que surgió de la nada, lucho y al final consiguió dicho propósito! ¡¿Tan fácil?!

Pero sigues leyendo un poco más y aparece…. “Descendía de tal” y te quedas igual.  Grabas esta información en la memoria y a partir de ahí empieza a formar parte de tu intelecto, sin más. Pero… ¿te has parado a pensar que ahí está la trampa y cartón? Quiero decir, que la revolución y la contrarrevolución la hacen los poderosos y que todo en realidad es una cuerda manejable.

Pero… ¿Con que propósito? ¿El entretenimiento? Aunque nada de esto tiene sentido alguno, no ha hecho más que traer miseria, hambre, muerte y destrucción. Entonces, ¿qué sentido tiene la izquierda y la derecha? ¿Existen en realidad?  Me pregunté, inclusive pensando en las demás ideologías políticas. ¡Háganse la misma pregunta!

Sin embargo, en estos tiempos de pandemia tan convulsos es cuando más se recapacita sobre dicha contrariedad. Cuando la tragedia humana sacude a este planeta, mientras las cifras de contagiados y fallecidos van aumentando, se hace una reflexión más profunda.

 A los seres humanos nos convierten en los tantos por cientos de sus estadísticas. Millones de anónimos metidos un vaivén de números, no por ser de renombre sino por ser protagonistas de la tragedia. Pero… ¿De qué sirve todo esto? El virus no hace miramiento alguno sobre el status social ni económico de aquellos que han muerto para dejar su existencia de esta donde nos encontramos.

Y cabe preguntarnos si esos tantos por cientos surgidos de distintas fórmulas aritméticas y expuestos en gráficas no fueron en realidad amigos, familiares o conocidos que tuvieron vida, sentimientos, y otras características tan importantes y profundas de su condición humana. Los números ahora también están politizados según el poder político. Para ellos somos solo números, así como millones de víctimas lo fueron desgraciadamente en los antiguos campos de concentración nazis o gulag, indiferente. Pero una cifra al fin y al cabo.

La desinformación y censura

Entre tanto la desinformación y la censura sobre esa realidad de las cifras de mortalidad se esconde para que la división ideológica sea protagonista entre formaciones políticas y sus voceros. Sean cuales fuesen tales… Y también habría que preguntarse… ¿por qué crear división? ¿Quién tiene de la verdad?  En realidad, la verdad absoluta no la tiene nadie. ¿División? …La división es una mera creación. Una máscara, que esconde una falsedad. Y dicha falsedad radica en esa división que en realidad no existe en el plano del poder, pero repercute en lo social, aunque sea una burda mentira. Como lo hemos visto a través de la pirámide de la historia, en las diferentes capas estamentales o sociales… Llámense esclavos, plebeyos, tercer estado o trabajadores.

¿Poder? Dícese de aquellos que se enfrentan entre si pero paradójicamente fuman, beben y comen juntos, al igual que sus voceros. Es obvio, aunque cabría preguntarse entonces ¿Por qué ser hostiles entre nosotros mismos en lo social? ¿A quién beneficia tal división? Por lógica a nosotros no. Solo con pensar en los millones de personas que pueden estar en la miseria en la próxima recesión económica, donde la epidemia y el hambre serán el colofón.

¿Crisis económica? ¿Quién crea la crisis económica? ¿Qué es una crisis? Entre poderosos se crea la crisis en una lucha interna entre sí. Aunque en realidad, sus repercusiones solo acarrean nefastas condiciones para el pobre nunca para ellos. Para los poderosos solo se convierte en un mero desvió de atención.

También se me hiela la sangre al pensar que nefasta situación se convierte en un simple juego al pro y a la contra en los medios de comunicación, en la prensa y en la política. Mas aún, cuando en dicho juego esta minoría acaudalada nunca pierde. Lo que verdaderamente pierden son la mayoría, el resto de la población.  Entonces… ¿Existe de verdad la izquierda y la derecha?

Si, es cierto. ¡Qué horizonte más tétrico y oscurantista! El poder en su turnismo político sigue manteniéndose con sus respectivos sueldos. Más que suficientes para alimentar una existencia material de pleno y fomentar la división. He ahí el engaño de las ideologías. Simplemente son mecanismos creados que dividen lo social y lo parten. Ahora no nos debemos al engaño. La división social, en toda la humanidad, no debe ser el sendero que seguir.

¿Eres de Izquierda o de derechas?

Reiteraré la pregunta otra vez… ¿existe la izquierda y la derecha? Al final son el mismo grupo de poder, pero se muestran como diferentes. Ambos controlan el dinero y las finanzas con sus populismos. Ambos juegan con la desesperación de los que les siguen con éxtasis y frenesí. He ahí el juego de palabras con el que iniciamos está reflexión: Revolución y contrarrevolución.

Ambos dividen al resto del mundo con luchas y enfrentamientos a través de un doble juego desde sus cómodos sillones mientras beben, comen, fuman, ríen, y se dan palmadas en las espaldas… Mientras el resto solo mira, esperando a que todo pase sin prepararse para lo que vendrá “a posteriori”. Entonces…. ¿Existe la izquierda y la derecha?

La sociedad, en realidad, solo espera dinero, el subsidio, la limosna, la calderilla…para que luego vengan con grandes eslóganes que nos hagan fragmentar como seres humanos en la mentira e hipocresía de la política.

Con el paso del tiempo muchos olvidarán el año bisiesto del 2020 y las generaciones venideras dirán…: ¡Anda que exagerado, si eso pasó hace mucho! Se seguirá cayendo en las mismas falacias, mentiras, hipocresías políticas ¿Aprenderemos alguna vez? Solo en un siglo parece que no. Sin embargo… ¡Qué curioso! Ha tenido que venir un virus para demostrar el cartón piedra en la que la humanidad estaba sumida en las últimas centurias.

Ahora es el momento de la reflexión y de la calma. Analicen, indaguen, reflexionen y contrasten. Todo con el objetivo y con el cénit de dejar dogmas, lemas, uniformes, saludos y estandartes de cualquier ideología. ¡Déjense de electoralismos, de encuestas con sus tantos por cientos y de espectáculos parlamentarios además de aquellos burdos debates que en realidad son más parecidos a un ring de boxeo!

Al final solo es una mascarada creada para fans y admiradores de oradores con falsos dilemas y promesas que nunca llegan. Siempre prevalece el interés personalista, populista y no del individuo, del colectivo con sus problemas reales.

Las redes sociales y los voceros de cualquiera de los flancos ideológicos, (¿ideológicos?), están en continuos enfrentamientos dialécticos entre si jugando a sacar la basura de uno y del otro con la intención del voto. Mientras que aquellos que cobran a costa nuestra no solo han decidido no bajarse los sueldos, manteniéndose las dietas y sus demás primas, sino que además no son conscientes y viven dando la espalda a una realidad que no quieren ver. Entonces… ¿Existe la izquierda y la derecha?

No crean que esto es pensar en un pensamiento único ya que sería reiterar lo anterior. Casos de corrupción, blanqueos de dinero, trata de blancas …u otras cosas oscurantistas que se extralimitan de lo religioso y de lo espiritual. ¡Ahí están todos los que parten! Es decir, los partidos. ¡Huyan de las polémicas! Las polémicas son solo el vacío del verbo cuando no se quiere reconocer la verdad. Y la verdad es que la humanidad está padeciendo una situación de desempleo, pobreza, miseria y enfermedad.

Mientras la izquierda y la derecha, indiferente, siguen estacionados en lo alto de su cúspide de poder, ajenos a unas desdichas que no van con ellos. No es lo mismo poder sostener el mango de la navaja, que estar ante la punta afilada de esta como le ocurre al resto. ¡Aléjense de los mares de –ismos de los últimos siglos! Podrán ver con más claridad que las ideas no son ideologías.

Las ideologías solo es el escenario de un teatro donde se representa una actuación ante un público que aplaude inconscientemente y que, al finalizar la obra, se levanta de sus butacas para volver a la cruda realidad: ¡Desigualdad, pobreza, miseria, impuestos…!  ¡Y pese a ello, en aquel escenario se volverá a actuar y los ciegos volverán aplaudir para dividirse después!

División en la dedocracia para mantener el status de poder y los privilegios. Para jugar no solo con el resto de la población sino con toda la humanidad mediante el juego de la izquierda y de la derecha. Para burlarse de aquellos que se levantan y trabajan para dar esperanza a los suyos en este plano existencial.

La recesión no entiende de ideologías. La crisis no entiende de ideologías. El hambre no entiende de ideologías más cuando el estómago está vacío y no permite pensar. La humanidad debe de tomar otro sendero que le ofrezca la armonía y el equilibrio que tanto requiere en consonancia a su esfuerzo y no al revés. Cuando injustamente solo se premia a aquellos que viven del esfuerzo del resto.

Palabras, palabras son....

Las palabras, palabras son y son tan efímeras que al final el viento se las lleva. No es el final de la historia o el final del hombre como dijo David Fukuyama sino el principio de otra historia. El principio de otra era, época o etapa donde los seres humanos puedan ver de otra manera el plano existencial. Aunque si sigue bañada de los viejos vicios de la humanidad, miserias, hambre, epidemias, desigualdades…o es tan nuevo este amanecer.

Para poder hablar de un nueva era o amanecer tendríamos que poner fin a las ideologías. No han sido más que una intención nunca llevada a la realidad. Solo han sido meros instrumentos del sutil juego de disgregación para enriquecer a sus ejecutores mientras el resto no tenía más remedio que sobrellevar sus miserias.

La idea de construir un comercio no es ideología solo es una manera de vivir honestamente. La idea de construir un estudio de fotografía no es una ideología es una manera de sentir el mundo y ganarse la vida. Igual que la idea de vivir decentemente de una panadería no es una ideología.  ¿Por qué se les ahoga con indiscriminados impuestos para que abandonen sus ilusiones? Si el partido A sube los impuestos votarán al partido B. Pero el partido B, al poco tiempo, hará lo mismo que el partido A y así sucesivamente. Es el “Pez que se muerde la cola”.

Sí, esto es como un ciclo biológico como decía Oscar Spengler en la “Decadencia de occidente”. Donde nacer, crecer, reproducir y morir en este plano lleno de ideologías. Unas ideologías que no caben en este ciclo pues han llegado a un final que creían infinito y ahora mueren, por fin. La izquierda y la derecha era solo una máscara de un carnaval lleno de frivolidad y mezquindad en medio de la gran charanga y pandereta que lo social creía ciegamente.

El ser humano ha pasado por todos los vaivenes de la historia entre despostas, absolutistas y totalitarios reyes y políticos bajo el yugo de las ideologías. Entre dictadores de izquierda y de derecha. Para al final ver que eran los mismos, pero con distintas mascaras.  

Pregúntense por última vez… ¿Existe la izquierda y la derecha? No lo dude, es lo mismo. Es solo un mero concepto producto de la ambición, del poder, de la corrupción del dinero. Donde los puercos comen de sus limosnas populistas, en una inclinación u otra.

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