¿Qué es la revolución y la contrarrevolución? Yo diría que lo mismo, aunque estoy segura que de inmediato alguien me contestaría todo lo contrario, nada más escucharme. Qué son dos cosas contrapuestas entre sí: “Pro” y “contra”. ¡Exacto! Pero, este, en realidad no es el fondo de la cuestión que nos interesa. Deberíamos centrarnos en verlo como algo surgido a partir de una serie de factores que además posee unas consecuencias para ir tirando del hilo, desengranando y así ir comprendiendo el motivo
Para empezar, podríamos
encaminamos o acercarnos a la cuestión principal cuando nos preguntamos si
ambos términos pudiera ser un artificio creado para crear un fin en sí mismo.
No existe la inercia, si no que siempre es otro cuerpo quien mueve a ese otro.
Entonces… ¿Qué es la revolución y la contrarrevolución? Términos o conceptos
simples que nos hacen pensar en la razón y en la sinrazón de la verdad absoluta
que se cierne sobre el resto de los mortales y viceversa, cuando en realidad es
una creación. Pero… ¿con que fin?
¿Creemos que todo esto
que se llama revolución o contrarrevolución no es economía? Entiéndase por
economía, la manera de hacer capital para hacer creer a las masas que luchan
por una idea política o ideología de cualquiera de los dos flancos. Cuando se
habla de liberal, conservador, fascismo, nazismo o comunismo.
¿Acaso es una inercia?
O por lo contrario… están creadas por otros, los poderosos, denominémoslo así. Esos poderosos que crean la división para
luego vencer. Si hubiera una revolución que fuera una contrarrevolución en la
que los mendigos de las calles se alzaran para exigir salir de sus miserias,
liderados por alguien surgido también del sufrimiento… ¿Estaríamos más
acertados? ¡He ahí la razón!
Revolución y contrarrevolución
Pero si los que hacen
la revolución y la contrarrevolución son los mismos privilegiados que solo se
disfrazan de pobre y fingen luego hacerse ricos de la nada…. ¿Qué juego es
este? ¿Acaso esto no está demostrado en la historia? Lees en cualquier biografía
y piensas…: ¡Un hombre, fulanito de tal, que surgió de la nada, lucho y al
final consiguió dicho propósito! ¡¿Tan fácil?!
Pero sigues leyendo un
poco más y aparece…. “Descendía de tal” y te quedas igual. Grabas esta información en la memoria y a
partir de ahí empieza a formar parte de tu intelecto, sin más. Pero… ¿te has
parado a pensar que ahí está la trampa y cartón? Quiero decir, que la
revolución y la contrarrevolución la hacen los poderosos y que todo en realidad
es una cuerda manejable.
Pero… ¿Con que
propósito? ¿El entretenimiento? Aunque nada de esto tiene sentido alguno, no ha
hecho más que traer miseria, hambre, muerte y destrucción. Entonces, ¿qué
sentido tiene la izquierda y la derecha? ¿Existen en realidad? Me pregunté, inclusive pensando en las demás ideologías
políticas. ¡Háganse la misma pregunta!
Sin embargo, en estos
tiempos de pandemia tan convulsos es cuando más se recapacita sobre dicha
contrariedad. Cuando la tragedia humana sacude a este planeta, mientras las
cifras de contagiados y fallecidos van aumentando, se hace una reflexión más
profunda.
Y cabe preguntarnos si esos
tantos por cientos surgidos de distintas fórmulas aritméticas y expuestos en gráficas
no fueron en realidad amigos, familiares o conocidos que tuvieron vida,
sentimientos, y otras características tan importantes y profundas de su
condición humana. Los números ahora también están politizados según el poder
político. Para ellos somos solo números, así como millones de víctimas lo
fueron desgraciadamente en los antiguos campos de concentración nazis o gulag, indiferente.
Pero una cifra al fin y al cabo.
La desinformación y censura
Entre tanto la
desinformación y la censura sobre esa realidad de las cifras de mortalidad se
esconde para que la división ideológica sea protagonista entre formaciones
políticas y sus voceros. Sean cuales fuesen tales… Y también habría que
preguntarse… ¿por qué crear división? ¿Quién tiene de la verdad? En realidad, la verdad absoluta no la tiene
nadie. ¿División? …La división es una mera creación. Una máscara, que esconde
una falsedad. Y dicha falsedad radica en esa división que en realidad no existe
en el plano del poder, pero repercute en lo social, aunque sea una burda
mentira. Como lo hemos visto a través de la pirámide de la historia, en las
diferentes capas estamentales o sociales… Llámense esclavos, plebeyos, tercer
estado o trabajadores.
¿Poder? Dícese de aquellos
que se enfrentan entre si pero paradójicamente fuman, beben y comen juntos, al
igual que sus voceros. Es obvio, aunque cabría preguntarse entonces ¿Por qué
ser hostiles entre nosotros mismos en lo social? ¿A quién beneficia tal
división? Por lógica a nosotros no. Solo con pensar en los millones de personas
que pueden estar en la miseria en la próxima recesión económica, donde la
epidemia y el hambre serán el colofón.
¿Crisis económica?
¿Quién crea la crisis económica? ¿Qué es una crisis? Entre poderosos se crea la
crisis en una lucha interna entre sí. Aunque en realidad, sus repercusiones solo
acarrean nefastas condiciones para el pobre nunca para ellos. Para los
poderosos solo se convierte en un mero desvió de atención.
También se me hiela la
sangre al pensar que nefasta situación se convierte en un simple juego al pro y
a la contra en los medios de comunicación, en la prensa y en la política. Mas
aún, cuando en dicho juego esta minoría acaudalada nunca pierde. Lo que verdaderamente
pierden son la mayoría, el resto de la población. Entonces… ¿Existe de verdad la izquierda y la
derecha?
Si, es cierto. ¡Qué
horizonte más tétrico y oscurantista! El poder en su turnismo político sigue
manteniéndose con sus respectivos sueldos. Más que suficientes para alimentar
una existencia material de pleno y fomentar la división. He ahí el engaño de
las ideologías. Simplemente son mecanismos creados que dividen lo social y lo
parten. Ahora no nos debemos al engaño. La división social, en toda la
humanidad, no debe ser el sendero que seguir.
¿Eres de Izquierda o de derechas?
Reiteraré la pregunta
otra vez… ¿existe la izquierda y la derecha? Al final son el mismo grupo de
poder, pero se muestran como diferentes. Ambos controlan el dinero y las
finanzas con sus populismos. Ambos juegan con la desesperación de los que les
siguen con éxtasis y frenesí. He ahí el juego de palabras con el que iniciamos
está reflexión: Revolución y contrarrevolución.
Ambos dividen al resto
del mundo con luchas y enfrentamientos a través de un doble juego desde sus
cómodos sillones mientras beben, comen, fuman, ríen, y se dan palmadas en las
espaldas… Mientras el resto solo mira, esperando a que todo pase sin prepararse
para lo que vendrá “a posteriori”. Entonces…. ¿Existe la izquierda y la
derecha?
La sociedad, en
realidad, solo espera dinero, el subsidio, la limosna, la calderilla…para que
luego vengan con grandes eslóganes que nos hagan fragmentar como seres humanos
en la mentira e hipocresía de la política.
Con el paso del tiempo
muchos olvidarán el año bisiesto del 2020 y las generaciones venideras dirán…:
¡Anda que exagerado, si eso pasó hace mucho! Se seguirá cayendo en las mismas
falacias, mentiras, hipocresías políticas ¿Aprenderemos alguna vez? Solo en un
siglo parece que no. Sin embargo… ¡Qué curioso! Ha tenido que venir un virus
para demostrar el cartón piedra en la que la humanidad estaba sumida en las últimas
centurias.
Ahora es el momento de
la reflexión y de la calma. Analicen, indaguen, reflexionen y contrasten. Todo
con el objetivo y con el cénit de dejar dogmas, lemas, uniformes, saludos y
estandartes de cualquier ideología. ¡Déjense de electoralismos, de encuestas
con sus tantos por cientos y de espectáculos parlamentarios además de aquellos burdos
debates que en realidad son más parecidos a un ring de boxeo!
Al final solo es una
mascarada creada para fans y admiradores de oradores con falsos dilemas y
promesas que nunca llegan. Siempre prevalece el interés personalista, populista
y no del individuo, del colectivo con sus problemas reales.
Las redes sociales y
los voceros de cualquiera de los flancos ideológicos, (¿ideológicos?), están en
continuos enfrentamientos dialécticos entre si jugando a sacar la basura de uno
y del otro con la intención del voto. Mientras que aquellos que cobran a costa
nuestra no solo han decidido no bajarse los sueldos, manteniéndose las dietas y
sus demás primas, sino que además no son conscientes y viven dando la espalda a
una realidad que no quieren ver. Entonces… ¿Existe la izquierda y la derecha?
No crean que esto es
pensar en un pensamiento único ya que sería reiterar lo anterior. Casos de
corrupción, blanqueos de dinero, trata de blancas …u otras cosas oscurantistas que
se extralimitan de lo religioso y de lo espiritual. ¡Ahí están todos los que parten!
Es decir, los partidos. ¡Huyan de las polémicas! Las polémicas son solo el
vacío del verbo cuando no se quiere reconocer la verdad. Y la verdad es que la
humanidad está padeciendo una situación de desempleo, pobreza, miseria y enfermedad.
Mientras la izquierda y
la derecha, indiferente, siguen estacionados en lo alto de su cúspide de poder,
ajenos a unas desdichas que no van con ellos. No es lo mismo poder sostener el
mango de la navaja, que estar ante la punta afilada de esta como le ocurre al
resto. ¡Aléjense de los mares de –ismos de los últimos siglos! Podrán ver con
más claridad que las ideas no son ideologías.
Las ideologías solo es
el escenario de un teatro donde se representa una actuación ante un público que
aplaude inconscientemente y que, al finalizar la obra, se levanta de sus
butacas para volver a la cruda realidad: ¡Desigualdad, pobreza, miseria,
impuestos…! ¡Y pese a ello, en aquel
escenario se volverá a actuar y los ciegos volverán aplaudir para dividirse
después!
División en la
dedocracia para mantener el status de poder y los privilegios. Para jugar no
solo con el resto de la población sino con toda la humanidad mediante el juego
de la izquierda y de la derecha. Para burlarse de aquellos que se levantan y
trabajan para dar esperanza a los suyos en este plano existencial.
La recesión no entiende
de ideologías. La crisis no entiende de ideologías. El hambre no entiende de
ideologías más cuando el estómago está vacío y no permite pensar. La humanidad
debe de tomar otro sendero que le ofrezca la armonía y el equilibrio que tanto requiere
en consonancia a su esfuerzo y no al revés. Cuando injustamente solo se premia
a aquellos que viven del esfuerzo del resto.
Palabras, palabras son....
Las palabras, palabras
son y son tan efímeras que al final el viento se las lleva. No es el final de
la historia o el final del hombre como dijo David Fukuyama sino el principio de
otra historia. El principio de otra era, época o etapa donde los seres humanos puedan
ver de otra manera el plano existencial. Aunque si sigue bañada de los viejos
vicios de la humanidad, miserias, hambre, epidemias, desigualdades…o es tan
nuevo este amanecer.
Para poder hablar de un
nueva era o amanecer tendríamos que poner fin a las ideologías. No han sido más
que una intención nunca llevada a la realidad. Solo han sido meros instrumentos
del sutil juego de disgregación para enriquecer a sus ejecutores mientras el
resto no tenía más remedio que sobrellevar sus miserias.
La idea de construir un
comercio no es ideología solo es una manera de vivir honestamente. La idea de
construir un estudio de fotografía no es una ideología es una manera de sentir
el mundo y ganarse la vida. Igual que la idea de vivir decentemente de una
panadería no es una ideología. ¿Por qué
se les ahoga con indiscriminados impuestos para que abandonen sus ilusiones? Si
el partido A sube los impuestos votarán al partido B. Pero el partido B, al
poco tiempo, hará lo mismo que el partido A y así sucesivamente. Es el “Pez que
se muerde la cola”.
Sí, esto es como un
ciclo biológico como decía Oscar Spengler en la “Decadencia de occidente”. Donde
nacer, crecer, reproducir y morir en este plano lleno de ideologías. Unas
ideologías que no caben en este ciclo pues han llegado a un final que creían
infinito y ahora mueren, por fin. La izquierda y la derecha era solo una
máscara de un carnaval lleno de frivolidad y mezquindad en medio de la gran
charanga y pandereta que lo social creía ciegamente.
El ser humano ha pasado
por todos los vaivenes de la historia entre despostas, absolutistas y totalitarios
reyes y políticos bajo el yugo de las ideologías. Entre dictadores de izquierda
y de derecha. Para al final ver que eran los mismos, pero con distintas
mascaras.
Pregúntense por última
vez… ¿Existe la izquierda y la derecha? No lo dude, es lo mismo. Es solo un mero
concepto producto de la ambición, del poder, de la corrupción del dinero. Donde
los puercos comen de sus limosnas populistas, en una inclinación u otra.
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